La acción transcurre en una escuela. En
escena hay una pizarra y
otros elementos que nos indican que estamos
en una clase, en la
zona ocupada por el profesor. Todo ello
ambientado en los años 80.
En escena hay un hombre maduro que nos habla
de su infancia.
Concretamente de un curso muy especial, que cambió
su vida.
El año en el que conoció a Miguel, el poeta.
Su maestra, en la
escuela, una mujer comprometida y amante de
la poesía, consiguió
transmitir a una clase, en principio, poco
receptiva, el gusto por la
literatura. Durante aquel año, solamente hubo
una materia, la vida y
la obra de Miguel Hernández.
A la vez que nos narra esta historia,
nuestro personaje, se sorprende
al comprobar que algunos de sus recuerdos se
materializan. Su
maestra aparece como una presencia que se
hace corpórea, más
allá de su imaginación. Incluso ambos
personajes, desde tiempos
diferentes, llegarán a interactuar.
Jugaremos con el contraste social y
tecnológico entre los años
80 y la época actual. Y siempre estará
presente la figura de
nuestro poeta como fondo estructural, y como
contenido básico.
Y también, por supuesto, tendrá un
importante protagonismo
Josefina Manresa, puesto que nuestros
personajes rememorarán la
visita que la anciana mujer llegó a hacer a
la clase.
Finalmente, hubo un acontecimiento crucial
aquel año. La
función teatral, que por supuesto tenía a
Miguel Hernández como
protagonista, y que a pesar de las
dificultades iniciales, nuestros
personajes llegarán a interpretar, como
culminación a un año maravilloso.
(...)
III.
LA INFANCIA DE MIGUEL.
(ELLA toma su libreta y
lee)
ELLA.
La infancia de Miguel, dos
puntos. La leyenda del poeta cabrero.
(Ahora no lee. Trata de conectar con sus alumnos) A
vosotros, a veces no os apetece escuchar poesía, ni venir a la escuela. Estar aquí tantas horas y tener que estudiar,
os resulta un fastidio a algunos.
ELLA.
Pero para otros, asistir a
clase, poder leer, es… Wau, es como que te regalen la llave que tiene el poder
de abrir el tesoro que contiene todo el conocimiento que hay en el mundo. ¡Qué maravilla!
Y encima en la escuela,
hay una persona que es tu profesor o tu profesora, que te ayuda a caminar paso
a paso por los renglones, sin que tropieces con los signos ortográficos, ni te
caigas al vacío de los márgenes de página.
ELLA.
Sin embargo ir al colegio,
a veces es un lujo. Como en el caso de
Miguel.
En su época: principios
del siglo XX, no todos tenían acceso a la escuela, y él no pudo ir al colegio
durante algunas temporadas. Y debéis
saber que aún hay lugares en los que, sobre todo las niñas, y a veces también
los niños, no tienen derecho a recibir educación. No hay nadie que les conduzca al saber, que
sea capaz de satisfacer su curiosidad.
Todavía ocurre esto, ahora, casi a finales del siglo XX.
ÉL.
Y ahora, a principios del
siglo XXI.